El pueblo está situado alrededor de su castillo del siglo X y la iglesia de Sant Miquel del siglo XVII, a la izquierda de la corriente de Sanaüja. Dos sarcófagos del siglo XIV tallados con decoraciones geométricas y nobles destacan en el antiguo cementerio. El pueblo era parte del Señorío de los Marqueses de Gironella.
Desde el núcleo podrás observar preciosas vistas hacia la zona rural, llamada por algunos La Toscana Catalana.